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¿Sabemos qué es lo que comen los peces?
La dieta de los peces varía según la disponibilidad de las presas disponibles. Por regla general, es conveniente ofrecerles el mismo cebo que están comiendo, o el más parecido. De esa forma el cebo pasará desapercibido y el pez picará con más facilidad, ya que no desconfiará.
Si estamos utilizando señuelos para pescar utilizaremos con astucia el color de nuestros señuelos, para distinguirnos en medio de una masa de pequeños peces que son todos del mismo color.
Imaginémonos en una situación en la que nos acercamos a una pajarera. Los peces depredadores más grandes están devorando a gran cantidad de peces pequeños, de forma compulsiva y feroz.
Si en medio del festín les presentamos un señuelo de color llamativo, como pueda ser el rojo o el amarillo, seguramente llamaremos su atención, ya que destaca en medio del tumulto originado por sus ataques.
Es probable que se encapriche rápidamente del pececillo que es “diferente”, y lo ataque con rapidez. Es una estrategia que funciona en estas situaciones, y permitirá aumentar el número de nuestras capturas.
No todos los peces comen lo mismo
Hay algunas especies gregarias que comen durante casi todo el día, en periodos largos de tiempo. Un poco como las vacas y ovejas puedan hacer en tierra, donde pasan muchas horas pastando.
Entre estos peces están los besugos, chopas, doncellas, o mojarras.
En el otro lado se encuentran los peces que comen con desesperación durante cortos espacios de tiempo. Son depredadores de tamaño más grande, que cuando sacian su apetito entran en un estado de apatía que les hace ignorar cualquier manjar que les presentes a su lado.
La pesca es una actividad en la que la creatividad y el ingenio son muy importantes. Hay que saber interpretar las condiciones del momento puntual en el que la practicamos, para adaptarnos y sacar el máximo provecho de nuestros equipos, cebos y señuelos.
Utilizar cebos de la máxima calidad
Por orden de importancia y efectividad a la hora de pescar:
- Cebos vivos.
- Cebos frescos.
- Cebos salados, o congelados.
Los cebos congelados no deben volver a congelarse si volvemos a casa sin haberlos utilizado. También hemos de tener en cuenta que algunos cebos, debido a su tamaño y dureza nos permitirán cribar a los peces más pequeños, ya que únicamente los grandes se atreverán a atacarlos.